La fábrica de colchones MaxiKing, que inició operaciones en Santa Cruz hace 19 años y quedó en cenizas tras un incendio que consumió las instalaciones la noche del jueves, fue el golpe más duro que vivieron sus propietarios, una pareja de argentinos, rotarios ellos, que migraron para cumplir su sueño de tener a la fábrica más grande de colchones en Bolivia. Socios y Damas rotarias donaron refrigerios, víveres, agua, soda y energizantes para ayudar durante los días que apagaban el fuego.